Ruta XV- Xacobeo Vilcabamba

2010: Turismo, desarrollo y la nueva Ruta XV

Desde mi primer viaje a Vilcabamba siempre pensé que para mejorar las condiciones de vida de la población sería muy positivo promocionar el turismo en aquel territorio.

Por ello en 2010 diseñé una nueva ruta turística en una zona olvidada comunicando a través de las montañas tres poblaciones muy aisladas, Choquetira, Porcay y Pampaconas, las cuales yo había visitado ya en años anteriores.

Santiago o Illapa, en Corpus en Cusco

Había que poner un nombre al nuevo itinerario de turismo de aventura que proponía, y lo bauticé Ruta XV-Xacobeo Vilcabamba. Un nombre que para mí tenía entrañable doble sentido. Aquel quince en números romanos coincidía con el número de viajes que yo había hecho a Vilcabamba. Además en 2010 se celebraba en Galicia año Santo, como evento especial de las peregrinaciones que desde la Edad Media recorren caminos de origen medieval hacia Santiago de Compostela.

El camino Xacobeo, es un itinerario convertido ya en referencia mundial, no solo para los creyentes católicos, sino también para miles de personas, católicas, laicas o con distintas creencias, interesadas en la experiencia de caminar con su mochila por rutas históricas en la naturaleza.

Pie de foto: Santiago o Illapa, en Corpus en Cusco

El nombre gallego de esta ruta histórica hacia Santiago: “camiño Xacobeo”, daba un doble sentido a la nueva ruta XV-Xacobeo-Vilcabamba.

Además, Santiago el Mayor, es venerado en Vilcabamba como patrón de Porcay, la hermosa aldea perdida entre nevados a cuyo encuentro íbamos.

Animé a acompañarme a cinco amigos que viajaron desde Galicia: dos montañeros con experiencia anterior en Vilcabamba, Rubén Suárez Carballo y Pablo Fadeville Cajuso; con el refuerzo de Jorge Feal y José Ramón Laíño, y Eva Guldrís Nieto como médica de la expedición.

Viajamos en camión desde Huancacalle hasta el valle de Arma; y allí nos aguardaban mulas y caballos, con Pascuala Cobos como jefa de arrieros, con su hijo Ivan, Jesús Castillo, Walter y su esposa Francisca.

Admiramos la belleza de la puya Raimondi al pasar por Yanahuanca, seguimos caminando por una cómoda pista pasando el puente inca de Rumichaka, formado por una gran piedra sobre el cauce; y acampamos en Choquetira, en terrenos de la escuela en la que también donamos material educativo.

Uno de los objetivos de nuestro viaje era reconocer y fotografiar un hermoso circo glaciar en la cara sur del nevado Azulcocha, con tres lagunas de distintos colores que yo había visto en imágenes de satélite.

En tres horas y media de camino llegamos a la primera laguna, a 4400 metros de altitud, y disfrutamos la belleza del conjunto formado por las tres: una de color azul, otra verde claro y otra verde intenso.

Pie de foto: Lagunas azules

Las lagunas azules están rodeadas de paredes de roca por donde escurren aguas tres glaciares que aportan minerales distintos que son la causa de sus diferentes tonos.

Al día siguiente avanzamos hasta la zona alta del valle de Piscacocha, que significa en quechua “cinco lagunas”, y acampamos cerca de un arroyo cargado de mineral de hierro con barro de color rojizo en sus orillas.

Tras desayunar junto a la hoguera a cinco grados bajo cero nos separamos en dos grupos. Los cuatro andinistas subieron hacia el Azulcocha para intentar alcanzar los casi seis mil metros de la cumbre.

Mientras el resto seguimos caminando hacia hasta el abra Chunchulcasa, de 4.566 metros de altitud, el punto más alto de aquella ruta.

Puya Raimondi

Lagunas azules

Desde allí se veía un paisaje muy hermoso, con las tres lagunas que hay en la cabecera del río Choquezafra. La más grande se llama Whasyoccocha, que significa “laguna con casa”, porque tiene un islote rocoso en medio del agua que parece realmente un edificio.

Hacia el oeste se veía el apu Choquezafra y a su derecha las montañas y valles que lo rodean. Uyo quería seguir explorando, que aquel año tenía vetados.

En el descenso hacia el valle de Sacsarayoc encontramos un camino inca con varios tramos escalonados que no estaban todavía registrados en el catastro arqueológico del ministerio de Cultura. Formaban parte de un camino inca hacia Hatun Vilcabamba.

Acampamos en un prado junto al río a 3.864 metros de altitud y aguardamos a nuestros compañeros con cierta inquietud por la falta de noticias. Cuando llegaron nos explicaron que habían encontrado un glaciar con hielo muy inestable y profundas grietas cerca de la cumbre que les habían impedido culminar la ascensión y llegar hasta la cima. Tras aquella aproximación pensaban que la vía más adecuada para intentar de nuevo la escalada al Azulcocha sería desde el circo glaciar de las lagunas.

Seguimos nuestra ruta hacia el norte hasta acampar junto al río Totora y a la mañana siguiente, mientras el sol de la mañana se reflejaba en los nevados, subimos las largas escalinatas incas con más de quinientos metros de desnivel hasta alcanzar los 4.260 metros de altitud del abra Dolores.

Seguimos nuestra ruta hacia el norte hasta acampar junto al río Totora y a la mañana siguiente, mientras el sol de la mañana se reflejaba en los nevados, subimos las largas escalinatas incas con más de quinientos metros de desnivel hasta alcanzar los 4.260 metros de altitud del abra Dolores.

Desde allí se desciende en un largo paseo hasta Porcay, hermosa aldea entre nevados a 3.870 metros de altitud. Allí se celebra una feria anual de caballos el venticinco de julio, festividad del Señor Santiago. Y hay una capilla donde se le venera en su doble sacralidad: apóstol para los católicos; y reencarnación de Illapa, dios del trueno que gobierna las tormentas y señor protector de los caballos, para la religión tradicional andina.

Desde Porcay se puede acortar la ruta caminando hacia Challcha al encuentro de la carretera; pero nosotros preferimos continuar hacia Pampaconas. Al día siguiente seguimos camino hacia la gran laguna de Washwacocha superando un paso de 4.300 metros de altitud, y acampamos con tiempo para pescar truchas; muy abundantes allí desde que hace varias décadas un helicóptero del gobierno soltó alevines cuya descendencia se multiplicó.

Abra Dolores

Porcay

Laguna de Washwacocha

Desde Washwacocha hay un sendero que cruza la montaña hacía Challcha, que yo ha había recorrido. Pero quería en esta ocasión exploramos una variante. Tras el desayuno subimos la empinada ladera por un sendero hasta el Abra de Negrocasa, junto a la Laguna Negra, o Negrococha.

Continuamos caminando por un sendero que sigue la cresta de las montañas pasando por Cachychinahuayco, o “Batan de sal para los animales”; y el angosto paso de Cachichina; donde iniciamos el descenso hasta Pampaconas.

Completamos así nuestro recorrido por la Ruta XV, Xacobeo-Vilcabamba; como una propuesta de travesía natural contemplando paisajes de extraordinaria belleza.

Ruta XV