2012 Reconocimiento Oficial
El Ministerio de Cultura del Perú reconoce el descubrimiento
En 2012 conseguí el apoyo de AECID, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo del gobierno de España, para continuar la investigación y las excavaciones en Hatun Vilcabamba.
Elaboré un nuevo proyecto de excavación junto con el arqueólogo cusqueño Hugo Hancco y solicitamos al ministerio de cultura del Perú la preceptiva autorización. Se trataba de realizar varias excavaciones; incluida la estructura con varios niveles que, pensamos, es el palacio del último inca, Tupac Amaru.
Nos proponíamos también completar el estudio de los caminos de acceso y otros restos arqueológicos de la capital del último reino Inca independiente.
El comité ministerial encargado de la revisión y de los proyectos arqueológicos aprobó nuestro proyecto con Resolución Directoral Nº 616-2012 firmada por la Directora General de Patrimonio Cultural, Ana María Hoyle Montalva, en la cual se declaró que el conjunto de datos y evidencias que aportamos indicaban que habíamos localizado en torno al valle de Lugargrande los primeros restos de Vilcabamba la Vieja, Vilcabamba la Grande, o Hatun Vilcabamba. Y que se trataba de “un yacimiento prehispánico de grandes dimensiones cuya ubicación, toponimia y características físicas coincidían con las descripciones de la capital perdida del último reino inca”; por lo que se consideraban necesarios nuevos trabajos para ponerlos a la luz.
Esta Resolución Directoral suponía un importante reconocimiento oficial a nuestra larga investigación.
La gran capital sagrada perdida, Vilcabamba la Grande o Hatun Vilcabamba, está ubicada a ochenta kilómetros al oeste de Machu Picchu, a similar altitud y latitud. Y hemos observado otros paralelismos y semejanzas entre ambos sitios sagrados de los incas.
Para la expedición 2012 contábamos con el apoyo de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo del Perú, Dircetur-Cusco; la ONG Labañou Solidaria, la fundación Cum Laude y la Xunta de Galicia.
En representación del ministerio de cultura me iba a acompañar el nuevo jefe del parque arqueológico de La Convención, el arqueólogo José Estrada Pachacútec, junto con otros tres arqueólogos del ministerio. Completaban el equipo Rubén Suárez Carballo como experto escalador, y la arquitecta Paula del Valle Agra, mi hija, con ayuda de Laura Rodríguez del Valle.
Lamentablemente se produjeron acciones narcoterroristas en la zona, por lo que se declaró estado de emergencia, con prohibición de acceso a la zona; por lo que el proyecto arqueológico no se pudo llevar adelante aquel año.
Pero continuamos adelante, investigando y explorando con el objetivo de poner completamente a la luz la capital perdida de los incas en Vilcabamba.
